Pude hablar en el nombre del Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Amen.
Hoy, estamos hablando sobre una canción. Pero, no cualquier canción – una canción de una santa. Hoy es el Dia de la Santa María, la Virgen, la Madre de Cristo. En este día, celebramos una mujer de Dios santa, humilde, y valiente. Yo sé que para muchos de nosotros, María es una santa muy importante. Ella dio a luz y crio a Jesús. Estamos familiares con la Ave María. Oremos a María para que interceda en nuestro nombre. Celebramos su aparición a Juan Diego. La conocemos a María como alguien que conecta a la humanidad con Dios. Entonces, sabemos mucho sobre María por las histories. Pero, también, sabemos mucho sobre ella por las escrituras. Específicamente, por la Magníficat, la canción de María, que fue nuestro evangelio de hoy. En esta canción, encontramos una mujer quien, en la cara de miedo, ella no sola canta alabanzas a Dios pero también ella declara una nueva forma de ser en el mundo. María empieza su canción expresando la grandeza de Dios, su alegría en su espíritu, y su gratitud por el Señor. Ella canta por su mismo y por todas las mujeres, y todas las personas, en cada lugar. Es en eso que encontramos liberación. Primero, hay liberación en el conocimiento que alguien esta cantando para nosotros – cantando con nosotros – cuando, quizás, nosotros no tenemos las palabras. Después, María empieza expresar una visión de que el mundo podría ser en Dios. Ella dice que Dios muestra misericordia a cualquiera que respete a Dios. Luego, Jesús nos ensena que respetar a Dios es amar a Dios, amar a nuestros prójimos, y amar a nosotros mismos. María continúa invirtiendo las estructuras de poder en el mundo. Bajo el reinado de Dios, los orgullosos son esparcidos en lugar de plantados o invertidos, los poderosos son derribados en lugar de celebrados, y los ricos son rechazados en lugar de otorgarles acceso a recursos y posiciones. Según María, Dios se opone el poder terrenal, levanta a los humildes y marginados, alimenta a los hambrientos con alimento literal y espiritual, y ayuda al pueblo de Dios. Como los escucho, esta canción suena mucho como el ministerio de Jesús, no? Estas, también, son las palabras liberadoras que el Madre de Dios cantó mientras ella llevó el Cristo. Como madre, como hijo. Pero, quien era Maria, la Madre de Dios? Que inspiró a ella cantar estas palabras? Pues, ella cantó estas palabras porque eran su realidad. María era una joven pobre, soltera, y embarazada que llevaba al hijo de alguien que no era su prometido. Cada uno de estos identificadores tuvo implicaciones potencialmente mortales para María. Al ser pobre, es posible que no haya tenido acceso a atención médica. Al no estar casada, no tenía posición política ni social. Al ser mujer, los sistemas se construyeron literalmente para mantenerla en una caja. Finalmente, ser una joven ya es bastante difícil. Por cualquiera de estas razones, podría haber sido repudiada por estar embarazada. Sin embargo, un ángel de Dios se le apareció a María. Dios eligió a María, quizás incluso por su identidad. Dios podría haber elegido a cualquier otra persona. Pero, aprendemos que Dios eligió a María para dar a luz a Jesús. El Cristo. Y María cantó. Es la identidad de María lo que hace la Magníficat un himno de liberación porque, para que María cante, es radical en sí mismo. Por último, la Magníficat es un himno radical que, con sus palabras, denuncia las estructuras de poder del mundo y, con su ejecución, afirma el poder de los jóvenes, las mujeres, y los marginados en el reino de Dios. Entonces, te escuchas tu mismo en la canción de María? Es esta tu canción? La escribiste tú? La estás cantando? La estas bailando? La estás escuchando en repetición? Dios eligió a María y ella cantó. Dios también te eligió a ti. Eres el elegido de Dios y tienes una canción que cantar. Cuáles serán las palabras? Cómo proclamará tu alma la grandeza del Señor? Amen. |